
El apego es la relación afectiva más importante e íntima que establecemos los seres humanos. Este se caracteriza por ser una relación duradera en el tiempo, siendo estable y relativamente consistente. Existen varios tipos de apegos, pero nos centraremos en el apego entre los hijos/as, hacia sus madres/padres.
Para los niños y niñas, el apego es uno de los aspectos más importante para su desarrollo, y esto porque:
– Es una necesidad biológica ya que los niños y niñas necesitan vivir vinculados a otras personas que los protejan y los quieran.
– La calidad del apego que reciba el niño/a, influirá en su comportamiento y desarrollo en el futuro.
– Le dará al niño/a sentido de seguridad, autonomía, confianza, autoestima para enfrentar el mundo, de acuerdo a la calidad que reciba de sus padres .
Una de las instancias importantes para poder comenzar con el apego, es el momento del parto, ya que es el primer contacto directo entre la madre o el padre con su hijo/a, pero también se debe tener en claro que el apego no se forma en un solo instante de minutos u horas, sino que tiene que irse formando en el día a día de la relación con el niño/a, en momentos como: el cambio de pañal, la siesta, el baño, la hora de comer, al momento de despertarlo o a la hora de dormir, etc.